La experiencia del fisioterapeuta deportivo ha hecho que este profesional sea el primero en consultar a la hora de un dolor o molestia. Las horas y sesiones que pasa con los pacientes, genera empatía profesional-paciente.

Ver evolucionar una lesión en cada sesión hace que se adquieran conocimientos a partir de la experiencia que los libros no reflejan, y sobre todo con el futbolista, ese ser especial que quiere pócimas mágicas.

Al deportista no le gusta escuchar las palabras “no podés jugar”, todos conocen los riesgos de las lesiones más comunes y nadie las asume como tales. Escuchar “se rompió… el ligamento o el menisco” es una gran tristeza que hasta se ponen de rodilla pidiendo que hagan algo para poder seguir jugando a pesar de todo.

Ser fisioterapeuta deportivo nos convierte en profesionales, psicólogos y amigos de cada futbolista.

Esta rama de la medicina consta de bastas herramientas para hacer milagros en la mejoría y recuperación de las distintas dolencias; siempre se está a la vanguardia de los avances en los tratamientos. Hoy contamos con nueva aparatologia que ahorran horas y sesiones de recuperación.

Siempre que tengas una molestia, recordá que hay especialistas en DEPORTE que tienen, no solo el conocimiento de la medicina, sino que interpretan la psicología del lesionado para una solución rápida y efectiva de tu problema.

¡Gracias a todos aquellos que confían en nuestra profesión!